Dedicación de las Basílicas de San Pedro y San Pablo
Fiesta, 18 de noviembre …
Hoy también se festeja a:
- • Carolina Kózka, Beata
- • Grimoaldo de la Purificación (Fernando Santamaría), Beato
- • María Gabriela Hinojosa y 5 compañeras, Beatas
- • Barulas, Santo
- • Rosa Filipina Duchesne, Santa
Los gritos de mi corazón
Santo Evangelio según san Lucas 18, 35-43. Lunes XXXIII del Tiempo Ordinario.
Por: Javier Castellanos, LC | Fuente: somosrc.mx
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Te ofrezco, Señor, mis pensamientos, ayúdame a pensar en ti; te ofrezco mis palabras, ayúdame a hablar de ti; te ofrezco mis obras, ayúdame a cumplir tu voluntad; te ofrezco mis penas, ayúdame a sufrir por ti. Todo aquello que quieres Tú, Señor, lo quiero yo, precisamente porque Tú lo quieres, como Tú lo quieras y durante todo el tiempo que lo quieras. Así sea (Oración del Papa Clemente XI, fragmento).
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Lucas 18, 35-43
En aquel tiempo, cuando Jesús se acercaba a Jericó, un ciego estaba sentado a un lado del camino, pidiendo limosna. Al oír que pasaba gente, preguntó que era aquello, y le explicaron que era Jesús el nazareno, que iba de camino. Entonces él comenzó a gritar: «¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!». Los que iban adelante lo regañaban para que se callara, pero él se puso a gritar más fuerte: «¡Hijo de David, ten compasión de mí!». Entonces Jesús se detuvo y mandó que se lo trajeran. Cuando estuvo cerca, le preguntó: «¿Qué quieres que haga por ti?». Él le contestó: ‘Señor, que vea’. Jesús le dijo: «Recobra la vista; tu fe te ha curado». Enseguida el ciego recobró la vista y lo siguió, bendiciendo a Dios. Y todo el pueblo, al ver esto, alababa a Dios.
Palabra del Señor
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Sólo hay que ponerle nombre a la persona. Pero, en el fondo, cada uno de nosotros es este ciego a las afueras de Jericó. Acerquémonos así a Cristo que viene, pidámosle que nos cure de nuestra enfermedad…
Bartimeo se llamaba este hombre. Conquistó el corazón de Cristo por su insistencia en gritar. Pero no era el volumen de los gritos o el número de ellos lo que movió al Señor para curarlo. La fe salvó a este hombre, esa fe profunda que brota del corazón. En este rato de oración atrevámonos a gritarle al Señor, no con la boca, sino con el corazón: «¡Hijo de David, ten compasión de mí!».
Gritar con el corazón significa poner toda la confianza en Jesucristo. Significa hacerse vulnerable ante Él, mostrarnos tal cual somos, con aquello que nos duele, con lo que nos preocupa, con nuestros anhelos y esperanzas. Ponernos totalmente en sus manos y dejar que Él haga lo que quiera con nosotros.
Entonces, Él pregunta: «¿Qué quieres que haga por ti?» Él quiere actuar en nuestra vida. Sólo necesita un corazón abierto, un corazón que confíe en el Amigo que nunca falla. Bartimeo fue directo al grano: «Señor, que vea». Digámosle nosotros también esa situación concreta, esa necesidad específica que tiene cada uno. Él para eso ha venido, para sanar nuestra alma, para saciar nuestra hambre, para sacarnos de la miseria del espíritu…
Cristo, además, tiene un Corazón generoso. No sólo llega y cura los ojos, sino que entra en la vida y la salva de todo pecado, de toda angustia. Él quiere darlo todo. El corazón que le grita con confianza acaba recibiendo más de lo que ha pedido. Pidamos al Señor con gritos de fe. O bien, pidámosle que nos enseñe a gritar con el corazón. «Señor, aumenta mi fe, ¡ten compasión de mí!».
«[Jesús] se detiene para responder al grito de Bartimeo. Se deja interpelar por su petición, se deja implicar en su situación. No se contenta con darle limosna, sino que quiere encontrarlo personalmente. No le da indicaciones ni respuestas, pero hace una pregunta: “¿Qué quieres que haga por ti”? Podría parecer una petición inútil: ¿Qué puede desear un ciego si no es la vista? Sin embargo, con esta pregunta, hecha “de tú a tú”, directa pero respetuosa, Jesús muestra que desea escuchar nuestras necesidades. Quiere un coloquio con cada uno de nosotros sobre la vida, las situaciones reales, que no excluya nada ante Dios».
(Homilía de S.S. Francisco, 25 de octubre de 2015).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Buscaré ayudar a alguien en una necesidad concreta, haciéndolo con alegría y generosidad.
Despedida
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Los hispanos están cambiando la Iglesia Católica en EEUU
El 70% del crecimiento se hace con hispanos… pero faltan escuelas y ministerios para ellos
Por: Redacción | Fuente: Religión en Libertad
«En el sur y el oeste de Estados Unidos, generaciones enteras de católicos no recuerdan un tiempo en que la vida parroquial no tuviera vecinos hispanos, la imagen siempre presente de la Virgen de Guadalupe, las fiestas de quienceañeras, misas en español y buenas empanadas después del culto. Lo que solía ser un fenómeno restringido a lugares como Los Angeles, San Diego, Brownsville, Houston o Miami es la nueva norma«, escribe Hoffman Ospino, un investigador sobre la demografía católica, en la revista America, de los jesuitas norteamericanos.
Ospino señala que con los cambios puede haber angustias, y que lo mejor es entender bien cómo los hispanos está redefiniendo el catolicismo de Estados Unidos en el siglo XXI, «y por qué esto es bueno para todos».
1. Un crecimiento numérico
En 1965 había 48,5 millones de hispanos católicos en EEUU. Hoy, medio siglo después, son 75 millones. El 70% del crecimiento de la Iglesia Católica en EEUU se hace con hispanos. Gran parte son inmigrantes de Latinoamérica. Otros son sus cónyuges reunificados. Y las hispanas, especialmente recién llegadas, tienen una natalidad alta.
2. Un nuevo centro católico: el suroeste
Los católicos llegados de Europa a EEUU en el siglo XIX y XX se centraron en dos regiones: el medio oeste y el noreste. Ahora, la emigración hispana se centra en el suroeste… y es necesario que la Iglesia construya allí parroquias, escuelas, universidades, seminarios, instituciones pastorales…
Seis de cada diez parroquias y escuelas católicas hoy están en las antiguas regiones del medio oeste y el noreste, pero hoy ya la mayoría de católicos vive en otra región, en el sur y oeste. «Esta es una época para pioneros católicos y emprendedores, tiempo para verdaderos misioneros que planten los cimientos de lo que serán, probablemente los centros de la vida católica en EEUU».
3. Los hispanos cambian la forma de comunicación de los católicos
Hay 20 millones de inmigrantes en EEUU llegados de países de habla española, de los que 14 millones se declaran católicos. Eso es más población que la de muchos países hispanoamericanos.
Un Estudio Nacional de Parroquias con Ministerio Hispano señala que 4.500 parroquias tienen un esfuerzo específico por llegar a esta población, sobre todo usando la lengua española. Muchos llaman «ministerio hispano» a hacer pastoral en español con un enfoque centrado en población inmigrante. Muchos lugares del catolicismo de EEUU hoy son bilingües.
4. Dos de cada tres hispanos de EEUU nacieron en Estados Unidos
No todos los hispanos son inmigrantes, aunque muchos son hijos y nietos de inmigrantes. Otros estaban ahí desde hace siglos. Hoy la mitad de los hispanos nacidos en EEUU se declaran católicos. Pertenecen a dos o más culturas a la vez. Pero no son inmigrantes recién llegados y no necesitan lo mismo que un inmigrante recién llegado. Crean su propia forma nueva de ser católico.
5. La mayoría de los jóvenes católicos…¡son hispanos!
Sí, seis de cada diez menores de 18 años que declaran ser católicos en EEUU son hispanos. La edad media de los hispanos en el país es de 28 años, mientras que la de los blancos es 43 años, los asiáticos 36 y los negros 33. Y la mitad de los hispanos del país tienen menos de 30 años. Se necesita una pastoral especial para llegar a esos jóvenes hispanos… de los que 9 de cada 10 han nacido en EEUU. Se plantean cómo aceptar su herencia hispana, y su religión y encajarla en sus decisiones de futuro.
6. Atención: uno de cada cuatro hispanos es un ex-católico
Los jóvenes y adultos jóvenes son los que deciden si entroncar en su parroquia o irse a otro sitio, y si se casan, y si sus hijos van a hacer catequesis en la parroquia o en otras denominaciones. Hay al menos 14 millones de hispanos que fueron católicos y hoy están en iglesias protestantes o, más frecuentemente, lejos de la vida cristiana.
Siete de cada diez de ellos se fueron antes de los 24 años. Según las encuestas, simplemente «se alejaron» y «dejaron de creer en las enseñanzas de su infancia».
Ospino escribe: «Esto no es normal, el silencio ante esta tendencia no puede ser una opción. Es una señal clara de lo inadecuadamente que acogemos y creamos espacios para que la gente se enamore de Cristo y los misterios dela fe cristiana».
7. Los hispanos están infrarrepresentados en la escuela católica
La escuela católica funcionó muy bien en EEUU hasta los años 70, cuando empezó su declive. Desde entonces -también por menos natalidad- mles de escuelas han cerrado.
Hay hoy 14,5 niños católicos en edad escolar, de los que el 55% (8 millones) son hispanos. Sólo un 4% de esos niños católicos hispanos van a escuelas católicas. Y en las escuelas y universidades católicas solo el 11% de la población es hispana.
Ospino propone a los líderes educativos católicos:
1- activamente buscar más ingresos de alumnado hispano
2- construir escuelas y universidades donde crece la población católica (el suroeste)
3- asegurarse que las escuelas son acogedoras para las familias hispanas
4- buscar nuevos modelos de introducir a los jóvenes católicos hispanos en las riquezas de la educación católica
8. Aún hay que crear más ministerios hispanos en la Iglesia
La «pastoral hispana» y sus ministerios están creciendo mucho, pero deben crecer más aún. Hay 2.500 diáconos permanentes hispanos. Y el 50% de los laicos que acuden a programas de formación pastoral o evangelizadora son hispanos. Pero solo un 17% están en programas que concedan un título académico oficial.
Hay que tener en cuenta que de los curas y religiosas hispanos en EEUU hoy pocos nacieron en el país: el 83% de los curas y el 90% de las consagradas o religiosas nacieron en otros países. Hay muchos obstáculos para que detectar y encauzar las vocaciones religiosas y sacerdotales entre los hispanos.
9. Los católicos de Hispanoamérica traen su «eclesiología hispana»
Como hemos visto, mucho clero hispano nació fuera de EEUU, y muchos de sus catequistas y líderes laicos también. Muchos vienen hablando de los documentos de la Iglesia Lationamericana de Medellín (1968), Puebla (1979), Santo Domingo (1992) y Aparecida (2007). El vocabulario del Papa Francisco, que también bebe de estos documentos, habla de «discípulos misioneros», «pequeñas comunidades de fe», «iglesia que sale»… y son cosas que muchos han visto hacer en Hispanoamérica.
«Además, cientos de miles de inmigrantes hispanos se asocian en la Renovación Carismática Católica, un movimiento que nació en Estados Unidos. Muchos traen con ellos un estilo latinoamericano de esta espiritualidad que renueva comunidades enteras«, explica Ospino. Casi la mitad de las 4.500 parroquias con ministerio hispano tiene una comunidad de la Renovación Carismática.
10. Los hispanos católicos ofrecen ideas innovadoras para evangelizar
Los llamados «Encuentros» que empezaron como reuniones de líderes de pastoral hispana se han convertido en procesos amplios de consulta y evangelización, creando nuevas olas de líderes pastorales.
El V Encuentro (https://vencuentro.org/es/) es un proceso de 4 años de consulta, reflexión y evangelización (de 2017 a 2020), con muchos encuentros de grupos pequeños, luego en grupos parroquiales, regionales y diocesanos. En el V Encuentro se espera renovar 5.000 comunidades parroquiales que ya están implicadas en él y suscitar 20.000 nuevos líderes pastorales hispanos en estos 4 años.
«Estas diez vías describen cómo los hispanos redefinen el catolicismo americano y nos dan una buena idea de lo que sucede, lo que es posible, dónde invertir y cómo acompañar a este importante sector de la población católica«, finaliza el analista.