La Inmaculada Concepción de la bienaventurada Virgen María
Solemnidad, 8 de diciembre…
- Hoy también se festeja a:
- • Pablo Yun Ji-Chung y Jaime Kwon, Beatos
- • Patapio, Santo
- • Natal (Nadal) Chabanel, Santo
- • Luis Aloisio Liguda, Beato
- • José María Zabal Blaco, Beato
Según tu palabra
Santo Evangelio según san Lucas 1, 26-38. Inmaculada concepción de la Santísima Virgen María
Por: Javier Castellanos, LC | Fuente: somosrc.mx
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
¡Dios te salve, llena de gracia, María! Hoy me pongo bajo tu manto. Enséñame a ser un hijo que se parezca a ti en la fe, en la esperanza, en el amor. Muéstrame a tu Hijo, Jesucristo, pues en Él está el Reino, la paz, la justicia y la Vida. Amén.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Lucas 1, 26-38
En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón de la estirpe de David, llamado José. La virgen se llamaba María.
Entró el ángel a donde ella estaba y le dijo: “Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo”. Al oír estas palabras, ella se preocupó mucho y se preguntaba qué querría decir semejante saludo.
El ángel le dijo: “No temas, María, porque has hallado gracia ante Dios. Vas a concebir y a dar a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, y él reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reinado no tendrá fin”.
María le dijo entonces al ángel: “¿Cómo podrá ser esto, puesto que yo permanezco virgen?”. El ángel le contestó: “El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso, el Santo, que va a nacer de ti, será llamado Hijo de Dios. Ahí tienes a tu parienta Isabel, que a pesar de su vejez, ha concebido un hijo y ya va en el sexto mes la que llamaban estéril, porque no hay nada imposible para Dios”. María contestó: “Yo soy la esclava del Señor; cúmplase en mí lo que me has dicho”. Y el ángel se retiró de su presencia.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
«La virgen se llamaba María». El evento más grande de la historia comienza del modo más pequeño. Una jovencita es elegida en un pueblo a las orillas de un país que está sometido a un imperio. Dios envía su ángel a una casa humilde, y allí decide iniciar la redención del mundo entero.
¡Qué grande es María! Y curiosamente es grande porque es pequeña, pues deja espacio en su corazón para Dios. No vive llena de sí misma; no sabemos qué proyectos tenía, fuera de su matrimonio con José y de su propósito de virginidad; el Evangelio no nos dice cuáles eran sus habilidades, ni su experiencia en el trabajo, ni sus áreas de interés, nada… Todo lo que María era hasta entonces se convirtió en una ofrenda a Dios. Se lo dio todo, y tomó lo que el Señor le pedía: ser la Madre de Dios.
Tras el momento de la Anunciación, María comenzó un camino de fe. Sabía que sería madre, y que su Hijo sería grande. Los detalles, sin embargo, estaban todavía ocultos: ¿Cómo evitar un malentendido con su esposo? ¿Acaso viviría como madre soltera? ¿Quién se encargaría entonces de dar sustento al niño? ¿Cómo lograría su Hijo llegar a ser de importancia en Israel, viniendo de un hogar tan lejano y pobre? ¿Era posible que alguien reinara en ese rincón dominado por los romanos? Y aun así, María confía. Todo estaba en las manos de Dios, Él se encargaría de que las cosas fueran saliendo, paso a paso…
Gracias, María, por vivir abierta de par en par a la Voluntad de Dios. Con tu obediencia hemos recibido a Jesús, nuestro Salvador. Enséñame, madre, a ser atento como tú a los mensajes de Dios. Ayúdame a poner su Voluntad en el primer lugar de mis planes y acciones. Acompáñame en el camino, que avance siempre con fe y por la fe. Que en este día y todos los días pueda repetir tu oración: «Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra».
«En el “sí” de María está el “sí” de toda la historia de la salvación y ahí comienza el último “sí” del hombre y de Dios: ahí Dios recrea, como en el principio con un “sí” hizo el mundo y el hombre, esa hermosa creación: con este “sí” yo vengo para hacer tu voluntad, y de una manera más maravillosa recrea el mundo, nos recrea a todos nosotros. Es el “sí” de Dios que nos santifica, que nos hacer ir hacia adelante en Jesucristo. Por eso, hoy es el día justo para dar gracias al Señor y preguntarnos: ¿soy hombre o mujer del “sí” o soy hombre o mujer del “no”? O ¿soy hombre o mujer que miro un poco hacia otro lado, para no responder? Que el Señor nos dé la gracia de entrar en este camino de hombres y mujeres que han sido capaces de decir el “sí”».
(Homilía de S.S. Francisco, 8 de abril de 2016, en santa Marta).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Buscaré hoy rezar al menos un misterio del rosario, pidiendo por las vocaciones a la vida consagrada.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Explicando la Inmaculada Concepción
La Virgen María fue concebida sin el pecado original. ¿Qué razones podemos dar para explicar esto a católicos y no católicos?
Por: Martin Zavala M.P.D. | Fuente: Defiendetufe.org
Pregunta un lector: Hola, Hace unos meses atrás escuché al diácono diciendo que María fue concebida sin pecado original y luego dijo que ella nació sin pecado.
Yo siempre pensé que cuando se decía de la Virgen sin pecado concebida se refería a la Concepción de Jesús por medio del Espíritu Santo y por ende él era el nacido sin pecado.
¿Qué razones podemos dar para explicar esto a católicos y no católicos?
Respuesta
Es un hecho que Dios nos creó con diferentes maneras de ser a cada uno y también nos llama a un diferente ministerio o servicio a Él y a nuestro prójimo. En este caso La Santísima Virgen María fue creada ex profeso (y sólo ella) para ser la progenitora del Hijo de Dios, con todas las consecuencias que esto traería.
Una de las maravillosas y principales consecuencias es la que veremos en este tema y te ayudará a dar razones de lo que creemos.
La Inmaculada Concepción De María
Cuando usamos este título lo que queremos decir es que la Virgen María fue concebida sin el pecado original. Los motivos por los que estamos seguros de esta gran verdad son los siguientes:
1.- Razón principal.
Jesucristo, el Salvador prometido (Gen 2,15; Is 11,2), por necesidad tendría que venir a nosotros mediante un acto purísimo, libre de todo defecto o pecado (Fil 2,6-7), para que esto fuera así tendría que nacer en una mujer totalmente pura desde el punto de vista sobrenatural y moral.
Digamos entonces que Dios, como muestra de su honor y poder nos trajo a la Virgen María engendrada y nacida totalmente libre de defecto, que significa libre del menor vestigio del pecado original, que es lo único que podría mancharla. Esto fue posible por los Méritos de Jesucristo.
Pongamos un ejemplo para explicarlo más sencillamente: Cuando a una persona la llevan a la cárcel, puede ir después el abogado y pagando una fianza o cantidad de dinero logra sacarlo de allí. La persona estuvo dentro y tal vez hizo algo malo para merecer eso, sin embargo, gracias a la fianza logró salir.
Pero también puede darse el caso de que otra persona vaya a ser llevada a la cárcel y el abogado ponga antes «un amparo» y logre que esta persona NO entre y no pise nunca la cárcel.
Algo similar a este segundo caso pasó con la Santísima Virgen María que normalmente, igual que todos los seres humanos, merecería nacer con el pecado original, pero por los méritos de Jesucristo al ser ella escogida para ser su madre y haberlo aceptado, gracias a los méritos de Jesús-como el amparo- ella fue liberada por Dios para que el Hijo de Dios que es perfecto y santo naciera de una mujer que hubiera sido concebida sin la mancha del Pecado Original.
2.- Razón bíblica.
Lo anterior nos sirve para profundizar el texto bíblico de Lc.1,28. La palabra griega empleada por el códice es Kejaritomene = Agraciadísima. A su vez esta palabra viene de una palabra hebrea como «Kedesh»= piadoso, o «santo» en alguno de sus superlativos ó grado máximo y «Gratia plena» (del texto latino).
Llegó el Ángel hasta ella y le dijo:
«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo. Lc 1,28
Traducido literalmente dice «Plenitud de gracia», o en el Ave María en español que dice: «Llena eres de gracia» (Perfección sobrenatural en grado tal que ningún ser humano puede tenerla excepto Jesucristo que es Hombre-Dios).
Lo que la Biblia y sus autores nos quisieron decir con esa palabra es algo tremendo. Ella es: «La Santísima Virgen María». Por lo tanto si ella era la «Santísima» tenía que haber nacido sin ninguna mancha de pecado.
Otro ejemplo está en Jueces 6,12 que dice: «Y el ángel de Yahvé se le apareció y le dijo: «Shalóm lac, gibor hehayil»
(Texto hebreo que significa: «Super-valientísimo». Y el personaje mencionado, llamándose Gedeón, el ángel (enviado por Dios [v.11] le llama «valiente en grado máximo».
Así, igual, en Lc,1,28 el ángel enviado por Dios le llamó a María así: «Poseedora de gracias en grado máximo», tanto en cantidad como en calidad; y una de ellas sería el nacer inmaculada.
Esto ilumina Gn 3,15 donde la enemistad entre la serpiente y la mujer significa una lucha, esto es: El Maligno que es «suma de maldad» luchando contra «suma de santidad» que es María, madre del Salvador.
Eso es lo que la Biblia nos quiso decir. Por eso María tendría que nacer sin la mancha del Pecado Original.
3.- Razón eclesial.
Nuestra fe no está basada solamente en lo que está escrito en la Biblia, sino también en la Iglesia que es el pilar y columna de la Verdad (1 Tim 3,15). Por eso Jesús no mandó escribir ni él escribió nada.
En el orden del tiempo la Iglesia es antes que la Biblia. Por este motivo veamos aquí la voz de la autoridad de la Iglesia Católica sobre este tema:
El 8 de Diciembre de 1854, el Papa Pío IX definió como dogma la » Inmaculada Concepción de María » en su Bula «Inefabilis Deus».
Agradezcamos a Dios el maravilloso regalo de enviarnos a su Hijo Jesucristo por medio de la Inmaculada concepción de María.