Fiesta de Todos los Santos
Solemnidad litúrgica. 1 de noviembre …
Hoy también se festeja a:
- • Omar (Audomaro), Santo
- • Rupert Mayer, Beato
- • Vigor de Bayeux, Santo
- • Valentín de Berrio-Otoxa, Santo
- • Teodor Romza, Beato
Dichosos ustedes
Santo Evangelio según San Mateo 5, 1-12. Solemnidad de Todos los Santos.
Por: Alexis Federico Montiel Sánchez, LC | Fuente: somosrc.mx
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Permíteme escuchar tu voz, Señor, esa voz que llama a la santidad auténtica, la del día a día.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Mateo 5, 1-12
En aquel tiempo, cuando Jesús vio a la muchedumbre, subió al monte y se sentó. Entonces se le acercaron sus discípulos. Enseguida comenzó a enseñarles, y les dijo: «Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos. Dichosos los que lloran, porque serán consolados. Dichosos los sufridos, porque heredarán la tierra. Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque serán saciados. Dichosos los misericordiosos, porque obtendrán misericordia. Dichosos los limpios de corazón, porque verán a Dios. Dichosos los que trabajan por la paz, porque se les llamará hijos de Dios. Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos. Dichosos serán ustedes cuando los injurien, los persigan y digan cosas falsas de ustedes por causa mía. Alégrense y salten de contento, porque su premio será grande en los cielos».
Palabra del Señor
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Todos hemos visto imágenes de santos, sobre todo de aquellos que son patronos de nuestra parroquia, que nuestros abuelos tuvieron una devoción especial o simple y sencillamente porque los hemos visto en algún lugar. Vemos esos santos que son monjes, religiosos, religiosas, sacerdotes, misioneros…, nos vemos muy pequeños ante cada una de estas personas, pareciera que no somos capaces de llegar a tan grandes alturas; que no nos podremos dedicar a tantas cosas; que es un camino interminable y que se hace con ardua fatiga.
No hace mucho que el Papa Francisco escribió la exhortación apostólica Gaudete et Exultate que literalmente se traduce alegraos y regocijaos; otras traducciones válidas, como la que acabamos de leer en el Evangelio son precisamente estad alegres y contentos. Ésa es la verdadera santidad, la que el Papa nos pide que sepamos transmitir, que no se eleva a los arrebatos místicos y experiencias sobrenaturales; es más, el Santo Padre habla de san vecino de enfrente, santa señora que habla bien, santos niños obedientes… entre muchas otras cosas que suceden a nuestro alrededor y que no nos damos cuenta.
Ahora bien, ¿qué tiene que ver el Evangelio con el santo de cada día, el santo de la calle? Pues tiene que ver muchísimo, porque si no somos perseguidos con armas, somos perseguidos con comentarios, leyes injustas, ideologías que se cierran a la vida, al amor, a la familia. Sí que tiene que ver mucho, pues nuestro ejemplo de fieles cristianos es el anuncio más elocuente del reino de Dios. Es hora de, como dice el Santo Padre, salir al encuentro de los demás pues la santidad se alcanza haciendo lo que tenemos que hacer en clave de bienaventuranzas, por amor, y dejando de lado incluso toda forma autorreferencial.
«La solemnidad de Todos los Santos es «nuestra» fiesta: no porque nosotros seamos buenos, sino porque la santidad de Dios ha tocado nuestra vida. Los santos no son figuritas perfectas, sino personas atravesadas por Dios. Podemos compararlas con las vidrieras de las iglesias, que dejan entrar la luz en diversas tonalidades de color. Los santos son nuestros hermanos y hermanas que han recibido la luz de Dios en su corazón y la han transmitido al mundo, cada uno según su propia «tonalidad»».
(Homilía de S.S. Francisco, 1° de noviembre de 2017).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Vivir en clave de bienaventuranza mi jornada, pensando en ser un santo de la vida cotidiana, como dice el Papa.
Despedida
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Fiesta de todos los santos
Una gran fiesta en el cielo
Por: P. Idar Hidalgo | Fuente: Catholic.net
Hoy, primero de noviembre se celebra la fiesta de Todos los Santos. Para toda la Iglesia es una gran celebración porque hay gran fiesta en el cielo. Para nosotros es una gran oportunidad de agradecer todos los beneficios, todas las gracias que Dios ha derramado en personas que han vivido en esta tierra y que han sido como nosotros, con las mismas debilidades, y con las fortalezas que vienen del mismo Dios. Celebremos este día con un corazón agradecido, porque Dios ha estado grande con nosotros y estamos alegres.
Hoy es un buen día para reflexionar todo el bien espiritual y material que por intercesión de los santos hemos obtenido y tenemos hasta el día de hoy, pues los santos que desearon la Gloria de Dios desde aquí en la tierra lo siguen deseando en la visión beatifica, y comparten el mismo deseo de Nuestro Señor Jesucristo de que todos los hombres se salven, que todos los hombres glorifiquen a Nuestro Señor.
La Iglesia ha instituido la Fiesta de Todos los santos por las siguientes razones:
1.- Para alabar y agradecer al Señor la merced que hizo a sus siervos, santificándolos en la tierra y coronándolos de gloria en el cielo.
2.- Para honrar en este día aun a los Santos de que no se hace fiesta particular durante el año.
3.- Para procurarnos mayores gracias multiplicando los intercesores.
4.- Para reparar en este día las faltas que en el transcurso del año hayamos cometido en las fiestas particulares de los Santos.
5.- Para animarnos más a la virtud con los ejemplos de tantos Santos de toda edad, sexo y condición, y con la memoria de la recompensa que gozan en el cielo.
Ha de alentarnos a imitar a los Santos el considerar que ellos eran tan débiles como nosotros y sujetos a las mismas pasiones; que, fortalecidos con la divina gracia, se hicieron santos por los medios que también nosotros podemos emplear, y que por los méritos de Jesucristo se nos ha prometido la misma gloria que ellos gozan en el cielo.
Se celebra la fiesta de Todos los Santos con tanta solemnidad porque abraza todas las otras fiestas que en el año se celebran en honor de los Santos y es figura de la fiesta eterna de la gloria.
Para celebrar dignamente la fiesta de Todos los Santos debemos:
1.- Alabar y glorificar al Señor por las mercedes que hizo a sus siervos y pedirle que asimismo nos las conceda a nosotros.
2.- Honrar a todos los Santos como a amigos de Dios e invocar con más confianza su protección.
3.- Proponer imitar sus ejemplos para ser un día participantes de la misma gloria.
Es importante en este día tan importante para toda la Iglesia detenernos a pensar en todo el bien que Dios ha dado a la humanidad por medio de tantos hombres y mujeres que fieles a la voluntad de Dios, fieles a su amor fueron testigos del Reino del Señor. La cantidad de santos, santas y mártires que dejaron una huella tan profunda en su paso por esta tierra que ni el tiempo ni los cambios de generaciones han podido borrar. Y si decimos que es de todos los Santos es porque también celebramos a tantos Santos y Mártires que Dios a querido tener en el anonimato, y que nosotros no conocemos por su nombre pero sabemos por la fe que están dando gloria a Dios.
Celebremos con gozo este día, y pidámosle a Dios Nuestro Señor nos conceda disfrutar en esta tierra de la protección de sus santos y que un día nos conceda estar con ellos para glorificarlo en su eternidad.
Que Santa María Reina de los santos nos conceda la alegría de servir con humildad a Dios esta tierra para verle y gozarle en la vida eterna.
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